Mudarse a España no es solo cambiar de país; es adoptar un estilo de vida donde el tiempo se saborea, el mar se respira y la gastronomía se comparte.
La Costa Blanca, con sus pueblos y ciudades bañados por la luz del Mediterráneo, es uno de los destinos favoritos para quienes sueñan con sol, naturaleza y comunidad internacional.
Descubre los lugares más agradables para vivir, según tus gustos y preferencias.
1. Albir
Naturaleza que calma cuerpo y mente
Albir es perfecto para los que quieren mar y montaña sin moverse del mismo sitio. El Parque Natural de Serra Gelada ofrece rutas sencillas y miradores con vistas espectaculares. La playa de piedras blancas y aguas limpias es tranquila, ideal para familias y paseos al atardecer. Su paseo marítimo es famoso por el ambiente relajado, donde locales y expatriados se mezclan sin prisas.
Comer junto a la brisa marina
Aunque pequeño, Albir sorprende con su variedad: arroces frescos en terrazas frente al mar, bares de tapas con recetas locales y restaurantes que fusionan sabores escandinavos, gracias a su comunidad internacional. No faltan las heladerías artesanales y los cafés con encanto para disfrutar de un desayuno tardío.
Un rincón seguro para familias y jubilados
Lo eligen quienes priorizan la paz, la cercanía de todos los servicios y un vecindario multicultural que hace que siempre haya alguien con quien compartir una charla.
2. Altea
Calles que susurran arte
Perderse en el casco antiguo de Altea es una experiencia mágica: callejuelas de piedra, fachadas blancas salpicadas de bugambilias y tiendas de artesanía que guardan piezas únicas. Desde la Plaza de la Iglesia se ve toda la bahía iluminada por la luz dorada del atardecer. Es un pueblo que invita a la contemplación y la creatividad.
Gastronomía con raíz y personalidad
Sus bares y restaurantes mezclan la cocina mediterránea más auténtica con platos innovadores. Aquí puedes probar desde un arroz a banda hasta tapas reinventadas, siempre acompañadas de vinos locales. En verano, las terrazas se llenan de música en vivo y exposiciones improvisadas de artistas locales.
Vida bohemia y comunidad creativa
Muchos pintores, músicos y escritores han encontrado en Altea su lugar en el mundo. Es perfecta para quienes quieren un ritmo de vida pausado, rodeado de belleza y gente inspiradora.
3. Alfaz del Pi
Paisaje entre campos y mar
Alfaz del Pi se extiende entre campos de naranjos y la cercanía de la costa. Sus urbanizaciones, con chalets y jardines bien cuidados, se mezclan con pequeños comercios de productos frescos. Muy cerca, la playa del Albir completa el entorno natural perfecto.
Mesa internacional, paladar abierto
El encanto de Alfaz está en su diversidad: panaderías noruegas, fruterías locales y restaurantes que reflejan la mezcla de nacionalidades. El mercado semanal es un espectáculo de colores y aromas, con productos locales y tentaciones gourmet de toda Europa.
Ambiente amigable todo el año
Su centro cultural es muy activo, con cine en versión original, conciertos y actividades para todas las edades. Es un destino que facilita la integración, ideal para familias con niños y personas mayores que no quieren sentirse aisladas.
4. Alicante
La energía de una ciudad junto al mar
Alicante combina la vitalidad de una gran ciudad con la calma de tener el mar Mediterráneo a sus pies. Sus barrios mezclan historia y modernidad: desde el barrio de Santa Cruz, lleno de flores, hasta la Explanada de España, animada de día y de noche. El Castillo de Santa Bárbara corona la ciudad con una vista que enamora a locales y recién llegados.
De tapas y arroces, de toda la vida
El arroz es protagonista: arroz alicantino, arroz del senyoret, caldero… A eso se suma una cultura del tapeo que invita a recorrer bares de barrio, gastrobares de autor y mercados gastronómicos como el Central. La fusión de sabores atrae a foodies de todo el mundo.
Para urbanitas que quieren sol
Perfecta para quienes necesitan buenas conexiones (aeropuerto internacional, trenes, puerto) y una vida social y cultural activa. Ideal para familias jóvenes, profesionales y jubilados que valoran tenerlo todo cerca.
5. Benidorm
Entre rascacielos y sierras
Más allá de su fama turística, Benidorm sorprende con una naturaleza cercana: la Sierra Helada ofrece rutas con vistas impresionantes, y sus playas, Levante y Poniente, son amplias, bien cuidadas y con zonas tranquilas para todas las edades.
Sabores para cada antojo
La multiculturalidad se refleja en su oferta gastronómica: desde bares de tapas españolas hasta restaurantes gourmet y buffets internacionales. Además, es uno de los mejores lugares para comer pescado y marisco fresco con vistas al mar.
Diversión asegurada
Festivales, parques temáticos, rutas de tapas, actividades para niños, deportes acuáticos y una vida nocturna de las más animadas de Europa. Ideal para quienes buscan un ambiente vibrante, familias activas y jubilados que quieren seguir sintiéndose jóvenes.
6. Calpe
El Peñón que domina todo
Calpe es famosa por su Peñón de Ifach, que parece flotar sobre el mar. Sus calas escondidas, senderos ecológicos y rutas en kayak regalan postales inolvidables. El paseo marítimo se llena de vida con mercadillos artesanales y ferias gastronómicas.
Comer con sabor marinero
En el puerto, los restaurantes sirven lo que traen los barcos cada mañana. Arroces, mariscos y tapas con el sabor de siempre, acompañados de vinos blancos frescos. La lonja de pescado es parada obligatoria para quien aprecia el producto local.
Una vida sin sobresaltos
Urbanizaciones seguras, familias extranjeras y ambiente sosegado. Perfecto para quienes quieren la tranquilidad del Mediterráneo y la comodidad de un pueblo con todos los servicios.
7. Jávea
Calas de postal, naturaleza viva
Jávea (Xàbia) es un espectáculo natural: calas como la Granadella, la Barraca o Portitxol son paraíso de buceadores y amantes de los deportes náuticos. El Montgó protege el pueblo, regalando rutas de senderismo con vistas inigualables.
Alta cocina y chiringuitos con alma
Jávea es conocida por su oferta gastronómica cuidada: chiringuitos bohemios con tapas creativas y restaurantes premiados para una cena especial. Cada comida es una experiencia.
El lugar para un lujo sereno
Aquí se mezclan urbanizaciones exclusivas con un pueblo que conserva su esencia. Es el destino perfecto para quienes quieren lujo sin ostentación, contacto directo con la naturaleza y una comunidad internacional educada y respetuosa.
Contacta con quienes conocen cada rincón
Cada lugar tiene su propia personalidad, pero todos comparten lo más importante: un clima inigualable, paisajes únicos y una comunidad que recibe con los brazos abiertos.
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